Mañana Boney M en Santurtzi

Vía El Correo
Solía decirse en los 80 que había dos grupos que gustaban a muchos aunque, por aquello de la corrección rockera, nadie se atreviese a reconocerlo: Abba y Boney M. Los primeros han acabado siendo reivindicados por toda la galaxia pop, con casos hasta obsesivos como los de Erasure o Magnetic Fields.
Al cuarteto de origen caribeño, sin embargo, no se le ha acabado de dar el reconocimiento que merece su exuberante sonido disco, sazonado con cuerdas, ritmo infeccioso y multitud de ingredientes (caribeños, orientales, exóticos y hasta rockeros). El intuitivo, inteligente y talentoso productor germano Frank Farian fue el factótum de Boney M, que, sin pegar nunca fuerte en América, llegaron a vender más de 150 millones de discos en el resto del mundo, Asia y países árabes incluidos. Farian era un cantante y compositor apasionado de la música negra que en el 76 se encontró por sorpresa con un bailable single de éxito (‘Baby Do You Wanna Bump?’) firmado como Boney M. Siempre tuvo claro que no tenía imagen y, para poder rentabilizarlo en directo, optó por inventarse un grupo.

Boney M, muy bien, pero... ¿qué versión? Desde que el africano Reggie Tsiboe sustituyera a Farell, el grupo alargó su carrera entrando en los 90 con más pena que gloria y con diferentes formaciones, y la cosa ha desembocado en una tortuosa batalla legal que aún colea. Está claro que Farian fue el padre del invento, pero otra cuestión es quién puede explotar el reclamo que supone la marca de Boney M .

Sin mencionar combos de advenedizos varios con nombres de pega como Boney M Party Group, funcionan al mismo tiempo distintos alineaciones de Boney M lideradas por cada una de las cantantes, más la de Tsiboe y la del propio Farrell (a quien ya pudimos ver hace unos años en la fiesta de este diario). Al parecer, será un Bobby ya sesentón quien volverá a contonearse mañana en Santurtzi, al lado incluso de la también componente original Liz Mitchell, que durante los últimos años ha seguido trabajando con Farian.

En todo caso, más allá de lo socorrida que sea la versión y de lo demodé que resulte hoy un bolo de Boney M, mejor dejarse llevar por esos intoxicantes ritmos bailables que, si se buscan coartadas guays, ha versioneado incluso Placebo. Además, en Santurtzi estarán también Azul y Negro, unos teloneros como para volverse loco (poco a poco).