Inteligencia artificial y el Test de Turing.

Uno de los ramas que mas investigación está teniendo en informática es la inteligencia artificial (IA). Hoy en día estamos aun muy, muy lejos de lo que podríamos considerar una inteligencia real en los ordenadores.


Alan Turing, para mi el mayor genio de la historia de la computación, definió la IA como la imposibilidad de distinguir un ordenador de un ser humano en una conversación a ciegas.

Así pues, Turing desarrollo lo que se conoce hoy como la prueba o test de Turing que consiste en que un juez en una habitación debe descubrir si el que le esta contestando es un ordenador o una persona.

Para ello, el juez preguntaría y obtendría respuestas mediante una pantalla durante un tiempo suficientemente largo. Al otro lado de la pantalla estaría una persona y un ordenador contestando a las preguntas. Se considera que el ordenador ha superado la prueba si el juez no logra averiguar quién es quien durante un periodo largo de tiempo.

Existen varias versiones de este test:

La imitación: Consistiría en un ordenador y una persona de un género determinado, para el ejemplo tomaré que es un hombre. El hombre le tendría que dar razones al juez para pensar que tanto el ordenador como él son hombres. El ordenador, en cambio, le tiene que hacer creer que son mujeres. El juez, que no sabe si son hombres o mujeres, debe decidir. Si elige lo que quiere hacerle creer el ordenador, el ordenador supera la prueba.

La prueba estándar: Consistiría en que el juez hace preguntas al azar o mantiene una conversación normal. Si en un tiempo no ha determinado quien es la computadora, esta habrá pasado la prueba.

La Sala china: Propuesta por John Searle y popularizada por Roger Penrose, consistiría en darle a un ordenador y a una persona libros y manuales sobre un idioma que ninguno conoce y mantener una conversación en ese idioma que desconocen con un juez. Al igual que las anteriores, la computadora ganaría si el juez no ha determinado quien es quien en un tiempo largo.

Hay gente que se opone a los resultados de estas pruebas, ya que lo que se está premiando aquí no es una verdadera IA, si no una buena simulación de la inteligencia.

Todos los años se celebran los premios Loebner que consisten en superar la prueba de Turing. Aún nadie lo ha conseguido.